dijous, 3 de novembre del 2011

Sin palabras...

Cuándo no hay nada más que la oscuridad qué ves? Qué sientes? Hay un vacío interior que nos vuelve jodidamente locos, y qué se puede hacer? Nada, absolutamente nada, esperar a que un día, ya sea por ti mismo o por alguien, se encienda la luz. Y después de eso? Nada vuelve a ser lo mismo, por mucho que intentes recuperarte, has perdido tu propia confianza y cuando se pierde la confianza es muy difícil volverla a recuperar. Te sientes mal, ya no solo mentalmente, sino físicamente también, la fuerza se va por la boca, te sientes débil y todo te hace daño.

Todo se ha acabado ya, no vuelves a ser el mismo de antes, cuando te pasa tantas veces lo pierdes todo, pierdes la esperanza de vivir incluso, yo la he perdido, si fuera por mi... lo peor de todo es que aunque me haga daño no me rindo, él es mi esperanza y mi cruz a la vez, mi perdición y mi salvación. No me importa nada más. Y no se por qué lo hago, me aferro a algo que no tengo, ¿Cómo se puede llamar eso?.

Y no es por nada, pero cuando te sientes así y no tienes ganas ni siquiera de salir a la calle pones una gran sonrisa en tu cara, te tapas las heridas y finges que no pasa nada, pero alguna persona se dará cuenta de que no estás bien, no puedes engañar a todo el mundo diciendo que todo te va bien, que la vida es maravillosa y que ese moratón que tienes en el brazo o las heridas en los puños es porque te has caído, y cuando te descubren, lo único que quieres es desaparecer, sabes que lo has hecho mal, pero nadie lo iba a comprender, por qué deberán comprenderlo? Al fin y al cabo es una locura no? Al fin y al cabo siempre acaban diciendo que eres la misma loca de siempre...

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